La producción de fertilizantes inorgánicos involucra tanto a
los procesos químicos como de manufactura, lo que resulta en productos
granulados, líquidos y gaseosos. Los procesos químicos secos incluyen la
creación de componentes que se mezclan en un carro de componentes granulares
para la fácil distribución en la agricultura. Este proceso involucra la creación
de un chorro para los secadores en spray o mezclarlo con líquidos
complementarios en secadores o molinos rotatorios. Los productos resultantes
pueden ser corrosivos y requieren una construcción de aleación.
Los impactos socioeconómicos positivos de esta industria son obvios: los fertilizantes son críticos para lograr el nivel de producción agrícola necesario para alimentar la población mundial, rápidamente creciente. Además, hay impactos positivos indirectos para el medio ambiente natural que provienen del uso adecuado de estas sustancias; por ejemplo, los fertilizantes químicos permiten intensificar la agricultura en los terrenos existentes, reduciendo la necesidad de expandirla hacia otras tierras que puedan tener usos naturales o sociales distintos.
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